CiU teme que Zapatero y Rajoy pacten una involución autonómica
El encuentro de mañana entre el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder de la oposición, Mariano Rajoy, fue recibido por el resto de partidos catalanes con frialdad. A Convergència i Unió, Esquerra e Iniciativa no les gusta ni siquiera el orden del día: en el encuentro, si no cambia el guión, no están previstas grandes novedades en torno a la reforma de la Ley del Tribunal Constitucional que reclaman las tres formaciones junto con el PSC.
El panorama más funesto lo dibujó Felip Puig, secretario general adjunto de CDC, que recordó a la ley que, después del 23-F, amenazaba con igualar a la baja las competencias de las autonomías. "Estamos a las puertas de un segundo pacto de la LOAPA", presintió. Según su teoría, se viven momentos de involución autonómica no sólo con el bloqueo de la renovación del TC, sino también con temas como la modificación de la Ley de Puertos, el lento despliegue del Estatuto y la amenaza sobre la ley de Educación. Puig subrayó que no tiene la menor duda de que Zapatero y Rajoy abordarán el tema catalán. Sin embargo, sólo espera que salga una fotografía de dos partidos que, coinciden en lo esencial, porque el recurso, recordó, lo presentó el PP, pero también el PSOE a través de la comunidad de Aragón y del Defensor del Pueblo.
Tímida confianza de ICV
Tampoco la reacción en ERC fue positiva. A la vista de que no se hablará del Estatuto, el secretario general, Joan Ridao, miró más allá, al encuentro que el jueves mantendrá Rajoy en Cataluña con el presidente de la Generalitat, José Montilla. "No espero nada", planteó Ridao, ante la negativa del líder del PP de secundar las demandas catalanas. No se quedó atrás en sus críticas al PSC, al que exhortó a "separarse del PSOE o callar para siempre".
El único partido que mostró una tímida confianza en Zapatero fue ICV-EUiA. Antes de que el presidente del Gobierno expresara que se "pensará" un cambio en la ley, Joan Herrera, secretario general de los ecosocialistas, expresó: "La pregunta es qué hará Zapatero. Espero que desbloquee la renovación del Tribunal Constitucional, y si el PP intenta chantajear, que cambie la ley".
Mientras, el Partido Popular se desmarcó del resto de partidos de la Cámara. Alicia Sánchez-Camacho, presidenta del PP catalán, lamentó que los políticos catalanes hablaran más el Primero de Mayo del Estatuto que no de los problemas laborales de los 650.000 catalanes en paro
