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Rajoy se la juega con su tesorero: "Nadie podrá probar que no es inocente"

El senador Luis Bárcenas anuncia más querellas y se defiende: "Yo no soy L. B."

La mayoría de los dirigentes del PP que han hablado estos días con Mariano Rajoy estaban convencidos de que el jefe de la oposición iba a apoyar sin matices a su tesorero, Luis Bárcenas, al menos hasta que el Tribunal Supremo decida imputarlo, si es que eso llega a suceder. Sin embargo, la contundencia con la que el líder del PP se la jugó ayer en Vitoria por Bárcenas y el eurodiputado Gerardo Galeote, acusados por el juez Baltasar Garzón de recibir sobornos de 1,3 millones de euros y 652.000 euros, respectivamente, de la red de Francisco Correa, sorprendió incluso a algunos marianistas. "Ellos afirman su inocencia y yo estoy convencido de que nadie podrá probar que no son inocentes", sentenció ayer Rajoy en Vitoria.

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Hasta ahora, en el entorno del líder del PP se atacaba la instrucción de Garzón, pero al final de cada conversación los dirigentes siempre terminaban con la misma idea: "Y si todo se complica, Rajoy puede prescindir de Bárcenas y no pasa nada, porque este asunto no le toca al presidente, que rompió con Correa en 2004". Sin embargo, esta seguridad de Rajoy en que ningún juez podrá probar la culpabilidad de su tesorero le vincula, efectivamente, al desarrollo del juicio.

Rajoy desoye así el clamor interno levantado entre diputados y senadores populares partidarios de la renuncia de Bárcenas. Ayer, el futuro presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, manifestó de forma ambigua: "Cada uno tendrá que hacer lo que considere oportuno y cumplir con sus responsabilidades", informa Europa Press.

En la decisión del líder de mojarse con su tesorero, en contra de su estilo habitual, han pesado dos cosas, según fuentes de la dirección. Por una parte, las pruebas que sobre todo Bárcenas, aunque también Galeote, han presentado ante Rajoy y Cospedal para demostrar cómo han hecho su patrimonio. El tesorero ha explicado con detalle a sus superiores cada venta y compra de pisos, cada herencia recibida por su mujer, cada jugada exitosa en la Bolsa. Cospedal y Rajoy han decidido creer su versión y obviar, al menos de momento, las numerosas pruebas ligadas a la contabilidad B de la trama de Correa que el juez Garzón ha hecho públicas.

A este respecto, Bárcenas volvió ayer a difundir un comunicado en el que niega "relación ilícita alguna" con Correa y sus empresas. También niega haber recibido dinero y haber mediado ante administraciones. Bárcenas niega "categóricamente" que las referencias bajo las siglas L. B. "tengan algo que ver" con su persona. En su auto, Garzón dice que los corruptos se referían al tesorero como "L. B.", "L.", "L. Barc" y "L. Bárcenas". El senador anunció nuevas querellas contra el juez y contra periodistas.

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Por otra parte, pesa la convicción, instalada en la cúpula del PP, de que los defectos de forma de la instrucción, la opinión contraria de la fiscalía, dependiente del Gobierno, y las mayores garantías que les merecen tanto el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (tanto el instructor como el presidente son magistrados conservadores, de la APM, cercana al PP) como el Tribunal Supremo pueden dejar las acusaciones de Garzón en nada. De ahí la expresión de Rajoy, que no dice estar convencido de su inocencia, sino de que no se podrá probar su culpabilidad.

Aún así, todo estaba muy medido. Después de huir de la prensa en Madrid, Rajoy aceptó una sola pregunta del caso Gürtel en Vitoria, tras una visita al Parlamento vasco. A la segunda pregunta, que le interrogaba por la diferencia entre el caso de Bárcenas y las dimisiones de los tres diputados de Madrid que, al ser aforados, tampoco están imputados, ya no quiso responder.

Mariano Rajoy, durante su visita al Parlamento de Vitoria.
Mariano Rajoy, durante su visita al Parlamento de Vitoria.PRADIP J. PHANSE

La causa se acerca al Supremo

El fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, sugirió ayer que la causa abierta por una trama de corrupción masiva vinculada a numerosos cargos públicos del PP en las comunidades de Madrid y Valencia podría acabar en el Tribunal Supremo.

El caso está actualmente desgajado en dos tribunales superiores de Justicia, el de Madrid y el de Valencia, dado que hay implicados que son diputados autonómicos -tres de Madrid- o miembros de Gobiernos autónomos, como Francisco Camps y Ricardo Costa, presidente y vicepresidentes valencianos. Además, Garzón también ha visto indicios de delito en la actuación de un senador popular, Luis Bárcenas, tesorero del partido, y de Gerardo Galeote, europarlamentario popular.

Pumpido admitió ayer que la respuesta sobre qué órgano judicial es competente para instruir esta causa "se complica al existir aforados de dos comunidades diferentes" y aforados que corresponden al Tribunal Supremo, en relación a Bárcenas y Galeote. "Estamos en una fase muy previa de la investigación y pueden aparecer más datos. Lo que busca la Fiscalía es actuar de forma que se eviten las nulidades y se respeten las garantías constitucionales de los aforados", señaló Pumpido. El fiscal general defendió la actuación procesal de Garzón.

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