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La investigación del 11-M

La policía envía tres informes al juez que avalan todas las pruebas y descartan a ETA

Del Olmo pidió que se investigaran "supuestas informaciones" publicadas sobre el 11-M

Jorge A. Rodríguez

La policía envió el viernes tres informes al juez Juan del Olmo en los que se descarta el último intento de vincular a ETA con el 11-M y se avalan las pruebas que han sido cuestionadas por el PP, El Mundo y la Cope. El juez solicitó esos informes a raíz de "las supuestas informaciones", tal y como las tilda, que han provocado que incluso se haya acusado a la policía de colaborar en los atentados. Los documentos afirman que Jamal Ahmidan, El Chino, jamás dijo conocer a nadie de ETA, ratifican que la única mochila bomba desactivada estuvo siempre bajo custodia (salvo un pequeño incidente) y afirma que un Skoda Fabia hallado en Alcalá de Henares se lo vendió un atracador chileno a Serhane Fakhet, El Tunecino.

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El segundo aniversario del 11-M ha sido precedido de informaciones concertadas entre varios medios de comunicación que, al mismo tiempo, implicaban en los atentados a ETA y a las Fuerzas de Seguridad y descartaban la autoría islamista. La acusación a la policía de haber colaborado en el 11-M ha causado honda indignación en el cuerpo (los actuales y los del PP) que, en un hecho con pocos precedentes, ha difundido un desmentido público. Muchos de los investigadores, y la policía como institución, aún se plantean ejercer acciones penales. No obstante, Del Olmo envió varios oficios al Ministerio del Interior para solicitar que se le informase sobre "la realidad y contenido" de esas "supuestas informaciones".

La policía ha investigado la veracidad de un titular según el cual el ex minero José Emilio Suárez Trashorras había confesado el 17 de marzo de 2004 que El Chino conocía a los etarras detenidos el 28 de febrero de 2004 en Cuenca con una furgoneta bomba. La policía ha entregado un documento con tres informes en los que se niega esa conexión. La negativa más tajante es la del comisario Miguel Ángel García Gamonal, quien fue comisionado por Jesús de la Morena, anterior comisario General de Información, para hacerse cargo en Asturias de la investigación de la trama de explosivos.

En su informe entregado al juez, Gamonal asegura: "En ningún momento [Trashorras] hizo mención a personas relacionadas con la organización terrorista ETA ni a que alguno de los 'moros de Madrid' [así se refiere a ellos el ex minero] conociera o guardase algún tipo de relación con militantes de esa banda". Gamonal aclara que estuvo en todas las reuniones con el ex minero y que, sin dormir, se encargó de custodiarlo hasta Madrid junto al funcionario José Antonio Parrilla.

Rastreo de llamadas

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La misma negativa a la conexión entre El Chino y ETA se refleja en sendos informes de la Unidad Central de Información Interior (dedicada a ETA) y de la Unidad Central de Información Exterior (dedicada a islamismo), adjuntados al juez, y otro del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), elaborado por el agente Santiago D. (dar su identidad sería delito), que nada dice de ETA.

La policía adjunta un documento titulado "Primer viaje a Asturias", elaborado por Gamonal el 12 de mayo a petición de De la Morena, que dice: "[Trashorras] asegura rotundamente que el atentado era cosa de los árabes y que podrían ser éstos con los que él traficaba con hachís". También se han rastreado las llamadas de El Chino y su comando y las de los etarras de Cuenca. Ni un contacto.

Lo mismo ha ocurrido con otros artículos en los que se insinuaba que policía y CNI habían fabricado una prueba falsa: el Skoda Fabia localizado el 13 de junio de 2004 en Alcalá, con ADN de Allekema Lamari. El rocambolesco hallazgo ya fue investigado y, el 23 de agosto de 2004, el entonces jefe Superior de Policía de Madrid, Miguel Ángel Fernández-Rancaño, escribió: "La conclusión a la que se ha llegado (...) es que no se han detectado irregularidades, por lo que se acuerda el archivo de las actuaciones". Pero ahora se ha vuelto a investigar y se ha vuelto a informar al juez. Incluso se ha interrogado a un chileno que robó ese coche en Benidorm (Alicante), que ha ratificado a Del Olmo que el Skoda se lo vendió a El Tunecino. El coche fue multado varias veces en la avenida de Bruselas de Madrid, y la Policía Municipal hizo dos boletines para que la grúa lo retirara. El informe explica que la grúa no se lo llevó y también que, en la misma manzana donde lo multaron, está la casa donde vivía El Tunecino, en la que se halló ADN del otro suicida de Leganés, Rachid Oulad Akcha.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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