Las cuatro potencias, a 28 años del muro de Berlín
Satisfacción y cautela de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y la URSS por la apertura de la frontera interalemana
REINO UNIDO
Loa a Gorbachov
RICARDO M. DE RITUERTO Margaret Thatcher considera que la ruptura del muro de Berlín es una gran victoria de la libertad sobre la que se debe ahondar, pero la primera ministra británica cree que es aún pronto para analizar una hipotética Alemania reunificada. Para la dama de hierro sigue siendo fundamental mantener la guardia alta. "Es un gran día para la libertad", dijo ayer Thatcher. La primera ministra atribuyó la paternidad intelectual de lo ocurrido "a la visión y el valor de Mijail Gorbachov, que comenzó ampliando la libertad en la URSS", y sobre la posible unificación germana, dijo: "Eso es ir, demasiado deprisa. Estas cosas hay que hacerlas paso a paso, con precaución".
"Lo primero es conseguir una auténtica democracia multipardista en la RDA. Confío que este movimiento se extienda al resto de Europa Oriental". El derrumbamiento del muro no debe implicar el del sistema defensivo occidental: "Si EE UU se hubiese quedado en Europa tras la I Guerra Mundial y hubiese existido la OTAN, no creo que hubiésemos tenido la II Segunda Guerra Mundial. No lo olvidemos".
El laborista Neil Kinnock pidió a Egon Krenz que exponga abiertamente -o en secreto- sus intenciones. Londres, que ampara su estatuto internacional, superior al que por poderío le corresponde, en un celo pronorteamericano que Washington ya lleva tierno creyendo innecesario, está abocado a perder influencia en una Europa militarmente tranquila.
