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Éxodo en silencio

Cientos de personas esperan en la frontera de Kuwait con Irak su expulsión del emirato

Los prismáticos del centinela kuwaití son tan viejos que les falta una lente. El espesor de la capa de pegamento en la montura delata varios intentos de reparación. "No importa", dice el joven soldado. Dice que se llama Mushawa, y evidentemente se pasa el día combatiendo el frío del desierto al lado de una cocinilla de petróleo. "Todavía funciona", dice alcanzándome el aparato y ofreciendo instrucciones innecesarias. "Use sólo el lado derecho. ¿Ve a los soldados? Allí, en ese edificio de tres pisos. Allí están". La silueta del vetusto hotel Zafwán, con sus paredes amarillentas y desportilladas, se recorta nítidamente a 700 metros de distancia. Pero en lugar de soldados o de la bandera de Irak, sobre la carretera hay algo más interesante. Una columna inmóvil de camiones y vehículos particulares cargados de cajas, canastas, televisores, alfombras, enseres domésticos... Un grupo de niños juega al lado de sus madres, mujeres que visten un riguroso chador negro. Todos los vehículos están aparcados en la dirección de Irak. Mushawa no sabe decir quiénes son. "Mire a los soldados, no a ésos", dice arrancándome el anteojo. Para Mushawa, sólo las tropas iraquíes son visibles. La gente que espera en el camino, no.Son cerca de un centenar de civiles atrapados en la zona desmilitarizada que patrulla la misión de observadores de la ONU, más conocida por su acrónimo en inglés, Unikom. Obviamente, esa gente acaba de abandonar sus casas y granjas. El único camino posible es hacia Irak. Kuwait parece haber comenzado a evacuar a todos los civiles de la zona fronteriza en una campaña de la que ningún funcionario kuwaití, ningún observador de la ONU, quiere hablar.

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¿Acaso Kuwait ha comenzado a deportar iraquíes, beduinos, egipcios o palestinos ahora que la nueva delimitación ha hecho avanzar la línea fronteriza unos 800 metros hacia el Norte? Un joven capitán kuwaití llamado. Jaled se encoge de hombros. "No tengo la menor idea", dice con una sonrisa de inocencia fingida. ¿Quiénes son esos civiles que esperan en la carretera? La respuesta es idéntica.

Nueva 'línea Maginot'

En los ministerios de Defensa, Interior o Información, e incluso en la oficina del portavoz de Unikom, oficialmente tampoco se sabe nada. Ni cuándo comenzaron a concentrarse en la carretera, ni si existe un acuerdo con Bagdad para que Irak los acepte. Mucho menos si los evacuados van a recibir compensación económica por sus tierras. Por tanto, sólo queda lugar para las deducciones, y éstas apuntan a lo mismo: Kuwait quiere vaciar la zona fronteriza de gente para erigir defensas cuyos propósitos y magnitud, aunque no apariencia, podrían ser comparados a la linea Maginot.

Los iraquíes fueron expulsados de KuwaIt hace casi dos anos, pero si algo une a los kuwaitíes, aparte de su asombrosa opulencia, es la profunda convicción de que Irak, con o sin Sadam Husein, jamás renunciará a sus ambiciones territoriales sobre el territorio.

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Por tanto, para el emirato de los Al Sabaj, toda precaución es poca, y la última crisis en el Golfo les ha puesto en bandeja la oportunidad de reclamar mayor protección de sus aliados y de las Naciones Unidas. De momento, el emirato mantiene pactos de defensa con Estados Unidos, Reino Unido y Francia, que se extienden hasta fin de siglo. Kuwait ya ha conseguido traer una fuerza adicional de 1.100 soldados norteamericanos, y espera gestos similares de Londres y París. Con una fuerza aliada de más de 3.000 soldados de la coalición, a Kuwait le va a ser más fácil lograr que Naciones Unidas acepte la idea de enviar otros 3.000 hombres para patrullar su fronteras al norte y noroeste.

El proyecto ya ha, entrado en su fase de ejecución. El martes, el secretario general de la ONU recomendó formalmente el envío de una fuerza armada de 3.645 hombres para evitar futuras disputas en la línea fronteriza demarcada recientemente, que ha recortado la soberanía iraquí en puntos estratégicos como los yacimientos petrolíferos de Rumaila y el puerto de Um Qasr.

El informe de la ONU especifica que la fuerza debe estar dotada de tres batallones de infantería mecanizada, unidades de ingeniería y una patrulla naval para vigilar el canal de Khawr Abd Alah, que desemboca en el Golfo. La magnitud de la propuesta ilustra la preocupación de la ONU de que nuevos incidentes fronterizos puedan desencadenar un nuevo conflicto. Al fin y al cabo, Irak, que ansía anexionarse KuwaIt, ha terminado perdiendo territorio.

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