Rusia expulsa al representante de la Alianza en Moscú
Rusia ha roto todos los contactos con la OTAN y en concreto con su secretario general, el español Javier Solana. En consecuencia, solicitó ayer al representante de la Alianza, Alexéi Shajtajtinski, que abandone el país. El anuncio efectuado por el ministro de Exteriores, Ígor Ivanov -ex embajador en Madrid y amigo personal de Solana-, sitúa la frustración rusa por los bombardeos a Yugoslavia en su punto más caliente desde que estalló la crisis. No hay ningún indicio, sin embargo, de que se vaya a ir más allá violando, por ejemplo, el embargo de armas contra Belgrado o reinstalando armas nucleares en Bielorrusia.Borís Yeltsin, arrancado del hospital por la crisis, se reunió ayer con el primer ministro, Yevgueni Primakov, los titulares de Exteriores y Defensa y los jefes de los servicios de seguridad y de espionaje. El anuncio de Ivanov emana de ese encuentro, al igual que la petición de que "sean procesados quienes lanzaron la agresión contra Yugoslavia". Por si quedaban dudas de a quién se refería, el ministro aclaró a los periodistas: "Es bien conocida la estructura de toma de decisiones de la Alianza. Ustedes saben quién dio las órdenes y quién apretó el gatillo".
Ivanov aseguró que los miembros europeos del Grupo de Contacto (Francia, Reino Unido, Italia y Alemania) han aceptado la propuesta rusa de discutir la crisis de Kosovo, pero que Estados Unidos se ha opuesto a la iniciativa. Añadió que mantuvo ayer una reunión con los embajadores de los tres países que forman actualmente la troika de la Unión Europea: Alemania, Francia y Reino Unido, y que les pidió que se active el mecanismo de contacto entre Rusia y la UE.
Entretanto, el ultranacionalista Vladímir Zhirinovski, con la vista probablemente puesta en las legislativas de diciembre, está aglutinando estos días buena parte de la rabia y la frustración que se respira en Rusia. Sus huestes pusieron cerco virulento ayer, por segundo día consecutivo, a la Embajada de Estados Unidos, mientras en las oficinas del Partido Liberal Democrático (PLD) se recluta, al menos teóricamente, a voluntarios para luchar codo con codo con los hermanos serbios. Según fuentes del PLD, tanto en Moscú como en Kaliningrado, Kemérovo y otras regiones, hay decenas de voluntarios (muchos de ellos veteranos de la guerra de Afganistán) que acuden a las sedes del partido para alistarse. No parece muy probable que estas iniciativas salgan adelante, sobre todo porque el Gobierno ha optado por el radicalismo verbal y la prudencia en los hechos para no echar por tierra en unos días las buenas relaciones con Occidente construidas a lo largo de más de siete años.
La Duma, dominada por los comunistas y sus aliados, se reúne hoy para estudiar la crisis de Kosovo, y se da por seguro que se adopte una enérgica resolución de condena del ataque de la Alianza Atlántica.
