Belgrado sufre los ataques más violentos de la Alianza en la tercera noche de bombardeos
Al menos dos fuertes impactos pudieron oirse cuando pasaban ocho minutos de la una de la madrugada en las afueras de Belgrado. Pocas horas antes, pasadas las diez y media de la noche, más de una veintena de potentes explosiones se escucharon en una decena de suburbios de la capital justo en el instante en el que se volvían a oír las sirenas que anuncian la alarma de ataque aéreo. Como consecuencia de las explosiones sobre tres de los barrios alcanzados, el de Batajnica, Galenica y Sremcica, se produjeron emanaciones de gases tóxicos que provocaron nubes de gases, según aseguró la Defensa Civil de Belgrado.
También pasadas las diez y media, al menos cinco explosiones, dos de ellas particularmente fuertes, eran oídas en Pristina, la capital de Kosovo, en la tercera noche de bombardeos sobre territorio de la República Federal de Yugoslavia, compuesta por Serbia y Montenegro. En ésta última república, cuando faltaban diez minutos para la una de la madrugada, se escucharon cuatro explosiones en las afueras de la capital, Podgorica, según informaron testigos, que apuntaron que el ruido provenía del sur, donde se encuentra el aeropuerto militar.La mayoría de los suburbios alcanzados anoche están a menos de seis kilómetros del centro antiguo de Belgrado y en todos ellos existen cuarteles o instalaciones militares con bases de combustible para cohetes. Fue el más violento ataque en torno a la capital yugoslava desde que comenzaron los ataques el pasado miércoles. Tras los impactos de misiles, siguieron oyéndose durante más de diez minutos detonaciones mientras al sur de la ciudad se veían inmensas llamas atribuibles a un incendio de grandes dimensiones. Las señales de alarma en toda la ciudad se escucharon anoche segundos después de oirse las potentes explosiones lo que podría significar que la OTAN tomó desprevenida a la defensa antiaérea de Belgrado.
Pero no fue la única vez que sonaron las alarmas en la capital yugoslava. Ayer sonaron repetidas veces en un Belgrado conmocionado por la guerra y que también, y por primera vez, fue atacado de día por las fuerzas de la OTAN.
Mientras, el Gobierno yugoslavo parecía mostrar su cara más conciliadora y rebajó el nivel de enfrentamiento verbal con los "agresores de la OTAN" de días anteriores. En una conferencia de prensa, el viceprimer ministro de Yugoslavia, el nacionalista Vuk Draskovic, respondía a un mensaje del presidente Clinton al pueblo serbio. Según Draskovic, Yugoslavia está dispuesta a negociar, pero nunca bajo los bombardeos y sin nuevas concesiones sobre Kosovo. A la vez que Druskovic parecía tender la mano, seguían los bombardeos sobre casi todo el territorio de Yugoslavia. Los medios de comunicación daban cuenta de cómo habían caído bombas en Vozdovac y Mali Mokri Lug, al suroeste de Belgrado, desde donde ascendían hacia el cielo columnas de humo. No hubo detalles de lo ocurrido.
El día anterior fueron atacadas varias instalaciones militares en los alrededores de Belgrado. También el jueves, cayeron proyectiles en los alrededores de Pristina; aeropuerto militar en Podgorica, la capital de la república de Montenegro; un aeropuerto militar en Novi Sad en Voivodina; instalaciones militares en Nis, la segunda ciudad del país, donde fueron alcanzados también algunos centros escolares y un hospital. Las autoridades yugoslavas, que el primer día dieron una cifra de 10 muertos militares, no facilitaron ayer datos sobre víctimas. En algunas agencias circulaba la cifra de unos 100 muertos. Insiste Belgrado en que los bombardeos alcanzan construcciones civiles.
La televisión serbia mostró ayer destrucciones y daños en un hospital y unas escuelas en Nis, un edificio en Pristina y los techos de unas casas de agricultores. También aparecieron escenas de heridos en hospitales, 12 de ellos en Pristina, serbios y kosovares. Lo que no ha mostrado la televisión es cadáveres ni ningún entierro.
En otro gesto de flexibilidad, Draskovic rectificó la medida de expulsar a los periodistas de la OTAN, les ofreció la posibilidad de que regresen y aseguró que se hará todo lo posible para garantizar su seguridad.
