Un pinchazo telefónico permite detener a cuatro sospechosos del robo de los cuadros de Koplowitz

El pinchazo del teléfono de Luis Miguel del Mazo, ex vigilante de seguridad de la finca de Esther Koplowitz, permitió el martes de la semana pasada la detención en Madrid de cuatro personas por su supuesta implicación en el robo de la valiosa colección de 19 cuadros y estatuillas perpetrado el pasado 8 de agosto en la lujosa vivienda de la empresaria. Los detenidos, entre los que figura Angel Suárez, Cásper (investigado por la policía como presunto jefe de una banda dedicada a desvalijar bancos), quedaron en libertad provisional el pasado viernes por orden judicial.

Además del vigilante Luis Miguel del Mazo y Cásper, los otros dos detenidos en relación con el robo de la colección artística que Koplowitz, accionista mayoritaria de Fomento de Construcciones y Contratas, guardaba en casa del paseo de La Habana son José Manuel Candela y Juan Carlos González García, amigos de Cásper.

Tras la sustracción de los cuadros, la policía centró inicialmente sus pesquisas en el vigilante de la finca ante el convencimiento de que alguien del entorno de la empresaria había facilitado datos concretos sobre los sistemas de seguridad y la ubicación de los cuadros. Los agentes no otorgaron crédito a la versión que facilitó Del Mazo acerca de lo ocurrido el día del robo. Él, que ese día trabajó en la finca, indicó a la policía que unos encapuchados habían entrado en la casa de madrugada y que le habían maniatado tras golpearle. El golpe fue perfecto: las alarmas no funcionaron y los ladrones no dejaron ninguna huella en el ático de 300 metros cuadrados de la empresaria.

Los agentes le pincharon el telefóno y lo sometieron a seguimiento. Pronto descubrieron que Del Mazo tenía una estrecha relación comercial con Candela, un hombre de Cásper, a través de una empresa de alquiler de coches, Renting Car, SA. Sospechosamente esta empresa había obtenido ingresos millonarios en apenas unos meses.

Se da la circunstancia de que Koplowitz donó en 2000 un total 3, 3 millones de pesetas en acciones de Fomento de Construcciones y Contratas al guardián de su finca, Luis Miguel del Mazo.

La policía, que lleva años tras los pasos de Cásper por su supuesta implicación en un robo en una entidad bancaria de Yecla (Murcia), hiló de inmediato e incluyó a Cásper entre los sospechosos. Las pesquisas posteriores confirmaron las relaciones entre éstos y Cásper, quien hace unos meses fue absuelto de la acusación de encubrimiento en relación con el intento de asesinato del abogado Emilio Rodríguez Menéndez en junio de 1999.

El martes de la semana pasada, los policías obtuvieron de Paloma García de Ceca, juez de instrucción número 17, que lleva el caso del robo de los cuadros, autorización para registrar los domicilios de los sospechosos. La policía creía que los cuadros podían estar en alguna de esas viviendas (dos de ellas situadas en Madrid capital, otra en el municipio madrileño de Guadarrama y otra en Guadalajara). Los registros no dieron fruto y los cuadros siguen sin ser hallados.

Ingreso en prisión

Pese a ello, los cuatro sospechosos fueron detenidos. En comisaría, éstos negaron su participación en el robo. No obstante, y tras ser interrogados, pasaron a disposición del Juzgado de Instrucción 8 de Madrid el pasado jueves, que estaba de guardia ese día. La titular de este juzgado decretó prisión para todo ellos como imputados en un delito de robo en casa habitada, si bien en el mismo auto ordenó que los sospechosos fuesen conducidos al día siguiente, viernes, desde la cárcel de Soto del Real, en la que sólo durmieron una noche, hasta el Juzgado 17 de Madrid. La magistrada García de Ceca volvió a interrogar a los detenidos y optó por dejarlos en libertad provisional, no sin antes advertirles de que las imputaciones que pesaban sobre ellos 'eran muy graves'. Las diligencias de este caso se hallan bajo secreto sumarial.

Aunque ya hay cuatro sospechosos, la policía ignora aún el paradero de las obras robadas. Entre ellas destacan dos de Goya -La caída del burro y el Columpio, valoradas cada una de ellas en unos 2.000 millones de pesetas- y Niña con sombrero, del pintor japonés Foujita. También fueron robadas, entre otras, Guitarra sobre una silla, de Juan Gris; Al baño, de Sorolla, Las Tentaciones de San Antonio, de Peter Brueghel, y Máscaras de Carnaval, de Gutiérrez-Solana.