El Supremo de Chile da luz verde al arresto domiciliario de Pinochet
La sentencia del tribunal es inapelable
La segunda sala de la Corte Suprema rechazó ayer por tres votos contra dos un recurso de amparo del ex dictador Augusto Pinochet, con lo que ratificó su procesamiento como autor de diez crímenes de la Operación Cóndor y dio luz verde al arresto domiciliario del general, como resolvió el juez Juan Guzmán. A los 89 años, Pinochet está a punto de ser detenido en su país por los crímenes de la dictadura que encabezó.
El fallo considera a Pinochet autor de nueve secuestros calificados y un homicidio, cometidos por los aparatos represivos de las dictaduras suramericanas, organizados en la llamada Operación Cóndor, coordinada por Chile en los años setenta y ochenta para asesinar a opositores.
La sentencia, que es inapelable y confirma una resolución previa unánime de la Corte de Apelaciones de Santiago, fue recibida con júbilo por las víctimas de la dictadura que esperaban en los pasillos del palacio de tribunales. "¡Por fin, se acabó!", decía una de ellas, mientras otra calificó de "acto de dignidad" la resolución. "Estamos felices. El mundo está feliz (...) Esperamos que hoy se dicte la detención de Pinochet y un día verlo en la cárcel", afirmó la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, Lorena Pizarro. Uno de los abogados querellantes, Eduardo Contreras, calificó de histórico el fallo, que "abre un camino nuevo" y confirma que el ex dictador "está en condiciones de ser procesado y detenido".
El Gobierno se mantuvo apegado a su guión de no comentar los fallos judiciales, limitándose a señalar que éste demuestra el normal funcionamiento de las instituciones y que el país es capaz de enfrentar el pasado. Las decisiones de los tribunales "son acatadas plenamente", aunque se trata de alguien "que tuvo todo el poder durante 17 años", resaltó el portavoz del Gobierno, el ministro Francisco Vidal.
Los tres magistrados que votaron a favor de mantener el auto de procesamiento de Pinochet -Milton Juica, Alberto Chaigneau y Jaime Rodríguez- sostienen en el fallo que la resolución del juez Guzmán respetó todos los requisitos que establece el Código Penal e indican que el amparo no es la vía para apelarla. Descartan el argumento central de la defensa, de que Pinochet no se encuentra en condiciones de salud para afrontar un juicio y concluir que el procesamiento y prisión recurridos aparecen dictados "con mérito y antecedentes que lo justifican".
El voto de minoría -de los jueces Enrique Cury y Nibaldo Segura- se concentra en la salud del ex dictador. A partir de los informes de los médicos de Pinochet, y de que el juez Guzmán debiera suspender el interrogatorio al inculpado a los 25 minutos de iniciado, por su cansancio y congestión con tos, concluyen que el general tiene afecciones neurológicas "que lo inhabilitan para defenderse procesalmente", coincidiendo con la defensa.
El abogado jefe de la defensa de Pinochet, Pablo Rodríguez, criticó el fallo, que consideró un "retroceso desde el punto de vista de los derechos humanos" y refleja una "actitud retrógrada" de los tribunales, porque su cliente no está en condiciones de enfrentar un debido proceso. Para el director ejecutivo de la Fundación Pinochet, general retirado Luis Cortés, con la resolución de la Corte Suprema "estamos marchando directamente a apurarle la muerte a quien fuera presidente de Chile".
Aunque la batalla legal no ha concluido, la defensa anunció su capitulación ante la inminente orden de arresto domiciliario que dictará Guzmán cuando se notifique del fallo, al señalar que cumplirán lo que establezca el juez. Rodríguez indicó que pedirán al juez autorizar que Pinochet pueda ser trasladado a una clínica en el caso de que sufra un nuevo accidente vascular, como le ocurrió a fines del año pasado, siendo trasladado al Hospital Militar de Santiago. Pinochet se encuentra en su finca de descanso, 130 kilómetros al suroeste de Santiago. Allí se espera que acuda hoy una funcionaria del tribunal de San Antonio para notificar al general la prisión domiciliaria a la que queda sometido.
