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Musharraf detiene a 500 opositores en el primer día del estado de excepción

Las elecciones legislativas de Pakistán pueden posponerse indefinidamente

Unas 500 personas fueron puestas ayer bajo custodia policial en Pakistán, en una cadena de "detenciones preventivas", según expresión del propio Gobierno. La redada masiva es la medida más visible adoptada por el régimen de Pervez Musharraf en la primera jornada bajo el estado de excepción dictado el sábado.

Unas 500 personas fueron puestas ayer bajo custodia policial en Pakistán, en una cadena de "detenciones preventivas", según expresión del propio Gobierno. La redada masiva es la medida más visible adoptada por el régimen de Pervez Musharraf en la primera jornada bajo el estado de excepción dictado el sábado.

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Con la Constitución suspendida y descabezado el Tribunal Supremo -que muy probablemente declararía inconstitucional la reelección de Musharraf como jefe de Estado por haberse presentado sin quitarse el uniforme- el presidente volvió a justificar su golpe de mano.

En una comparecencia difundida por la televisión pública, la única que sigue emitiendo noticias, el general justificó su decisión: "Los extremistas se mueven libremente en el país y no se asustan de las instancias encargadas de imponer la ley", declaró Musharraf. Para el presidente, no declarar el estado de excepción sería como "permitir que el país se suicidara". "Por favor no esperen el nivel de democracia al que están acostumbrados. Dennos tiempo, no demanden su nivel de derechos civiles", pidió a los ciudadanos. Por el mismo canal, el primer ministro, Shaukat Aziz, indicó que las elecciones legislativas previstas para enero podrían aplazarse al menos un año, aunque aún no se ha tomado ninguna medida al respecto.

Javed Hashmi, presidente en funciones de la Liga Musulmana de Pakistán-N, el partido del ex primer ministro Nawaz Sharif, fue detenido poco después de afirmar: "Los días de Musharraf están contados. Ha llegado la hora de acabar con el papel político del Ejercito".

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La policía también se llevó por la fuerza durante un acto público a Hamid Gul, ex director de los servicios secretos durante el mandato de Benazir Bhutto. Y así, hasta sumar unas 500 detenciones.

Entre los apresados hay figuras muy populares, como el ex jugador de críquet y diputado de la oposición Imran Jan; activistas de la Comisión de Derechos Humanos de Pakistán, incluyendo a su presidente, y abogados, pero también a manifestantes que se atrevieron a salir a la calle. "El temor de los ciudadanos de a pie ha ido en constante aumento durante el mandato de Musharraf y ahora está en su máximo nivel", cuenta desde Lahore por teléfono Ali Dayan Hasan, investigador de la ONG Human Rights Watch.

Para Dayan, "todos los derechos fundamentales se han suspendido", porque los ciudadanos "no pueden manifestarse, no se pueden reunir, ni movilizarse políticamente". Las televisiones independientes han dejado de transmitir por órdenes del Gobierno y aunque los periódicos lograron ayer ver la luz, con sus visiones críticas, nadie sabe si lo lograrán hoy.

En las calles de las principales ciudades reina una tensión contenida. Desde Islamabad, Sher Baz Jan, corresponsal político de Dawn, el prestigioso periódico de Karachi, la capital financiera de Pakistán, asegura que, aunque no hay grandes manifestaciones, "se respira el miedo en las calles". "Policías y militares están por todas partes con pistolas dispuestos a reprimir cualquier protesta", afirma. La presencia de los agentes es particularmente visible en los accesos al Supremo y a los principales edificios gubernamentales.

Por otra parte, los talibanes liberaron ayer a 211 militares paquistaníes que permanecían retenidos desde hace dos semanas en la región cercana a la frontera con Afganistán. A cambio, el Gobierno sacó de la cárcel a 28 talibanes.

Un activista de los derechos humanos forcejea contra la policía en Islamabad.
Un activista de los derechos humanos forcejea contra la policía en Islamabad.REUTERS

LAS MANIOBRAS DEL GENERAL

- En 1999, cuando era jefe del Ejército, Pervez Musharraf dio un golpe de Estado contra el Gobierno de Nawaz Sharif.

- El sábado el general decretó el estado de excepción. Y ayer su primer ministro, Shaukat Aziz, indicó que las elecciones legislativas previstas para enero podrían aplazarse al menos un año.

- Las televisiones independientes han dejado de transmitir información por órdenes del Gobierno. Los periódicos, sin embargo, salieron ayer a la calle.

- Musharraf pidió a los ciudadanos en un mensaje televisado: "Por favor, no esperen el nivel de democracia al que están acostumbrados. Dennos tiempo, no demanden su nivel de derechos civiles".

- Entre los 500 detenidos hay figuras muy populares, como el ex jugador de críquet y diputado opositor Imran Jan.

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