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Las consecuencias del temporal

Andalucía logra reservas de agua para los próximos dos años tras el temporal

Los embalses han duplicado su volumen en sólo un año hasta alcanzar el 70%

Javier Martín-Arroyo

La mejor resaca del temporal carece del vértigo y la violencia de las trombas que han arrasado pueblos en los últimos días. Está inmóvil y en los pantanos. El agua embalsada en sólo 20 días ha llegado a los 3.840 hectómetros cúbicos, lo que duplica las reservas de la comunidad de hace un año. El temporal ha barrido de un plumazo el fantasma de la sequía, un problema que atenaza de manera cíclica provincias como Málaga y Almería. Los pantanos han alcanzado niveles históricos y del 36,4% de agua embalsada en enero de 2009, ahora están al 70,7%. Nunca llovió tanto en tan poco tiempo durante los últimos 50 años.

El volumen de agua almacenada hasta ayer (7.429 hectómetros), con el temporal aún sin acabar, cubre ya las necesidades de la población y del sector agrícola e industrial hasta finales de 2011. Desde el pasado 18 de diciembre, los pantanos han incrementado sus niveles en un 34%. Los embalses que más agua han acaparado han sido los del río Guadalquivir (2.596 hectómetros cúbicos), aunque los que más crecieron fueron los de la provincia de Huelva, cuyas reservas aumentaron un 41,4% gracias a 287 hectómetros cúbicos.

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Los daños sufridos por los vecinos de pueblos como Valderrubio (Granada) y Ronda (Málaga), en las carreteras y las cosechas, protagonizan la cara oscura del temporal. En estas tres semanas se produjeron 21 desalojos y 7.321 incidencias, que afectaron a 35 municipios. El servicio de emergencias del 112 registró un total de 37.000 llamadas. Hasta 1.185 efectivos trabajaron sin descanso para atender las emergencias provocadas por la lluvia.

La Junta destinará 60 millones para paliar los desperfectos sufridos en autovías como la A-92 y puentes en Marchena (Sevilla) y Almería, y carreteras de Cádiz, las Alpujarras granadinas y El Castillo de las Guardas (Sevilla). "Una vez abiertas las carreteras, este dinero cubre proyectos que necesitan una celeridad inmediata", detalló ayer la consejera de Obras Públicas, Rosa Aguilar. Las 704 incidencias registradas en carreteras se resolvieron en su gran mayoría (98%). "Ha habido una respuesta en tiempo real", matizó Aguilar.

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El Ejecutivo andaluz hizo ayer balance de los efectos positivos y negativos del temporal, pero hasta el próximo martes no contará con un informe que evalúe los gastos extraordinarios sufridos por los ayuntamientos para afrontar los desperfectos.

Tras un otoño seco, los agricultores acogieron con optimismo el inicio de las lluvias, si bien muchos de ellos han visto cómo sus cosechas se destrozaban a medida que éstas se inundaban. El campo ha sufrido daños en 6.566 hectáreas que estaban aseguradas, ya que el total de extensión de cultivos afectados se conocerá en las próximas semanas. Los daños en el olivar han copado la mayor extensión (2.923 hectáreas) y en cultivos hortofrutícolas, sobre todo cítricos (2.289 hectáreas). En el olivar entre el 20 y el 30% de las aceitunas se han caído al suelo, lo que perjudicará la producción de aceite de oliva y la calidad de los jugos resultantes. Asimismo, han resultado afectados cultivos de invernaderos como el tomate y el pepino (900 hectáreas) y 284 hectáreas dedicadas a la fresa.

La consejera de Agricultura, Clara Aguilera, aprovechó ayer su comparecencia ante la prensa para instar a los agricultores a que aseguren sus cultivos para evitar tragedias motivadas por el clima. Aguilera aclaró que la Junta sólo podía motivar a los agricultores para que aseguren sus cultivos, ya que el Ejecutivo ha descartado subvencionar los cultivos afectados. "No podemos fomentar el seguro agrario y al mismo tiempo primar la subvención total de las cosechas", afirmó. Sin embargo, los agricultores podrán acogerse a los beneficios fiscales que el Ministerio de Agricultura dispone cada año para ayudar a las cosechas dañadas por las inclemencias meteorológicas.

La situación en el campo ya era difícil antes de las lluvias, debido a los bajos precios en origen y a la falta de control de las importaciones. Sólo en Granada el sector agrícola y ganadero valora las pérdidas en 150 millones durante 2009.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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