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La operación de salvamento | CATÁSTROFE ECOLÓGICA

Fomento permitió el uso privado de uno de sus remolcadores, según la rescatadora del 'Prestige'

Alvarez-Cascos anunció acciones judiciales contra el 'Ría de Vigo' por querer rentabilizar el rescate

ELPAIS.es

El remolcador Ría de Vigo, contratado por la Administración pública española para las emergencias por accidentes en el mar, actuó como privado en el accidente del Prestige tras haber informado de ello al Gobierno la firma rescatadora que lo subcontrató, Smit Tak. Esta compañía remitió un fax a Sasemar el 13 de noviembre, sólo seis horas después del accidente. Este escrito cuestiona la tesis del Ministerio de Fomento, que un mes después del accidente anunció su intención de demandar al Ría de Vigo por supuesto incumplimiento de contrato público al trabajar al servicio de la rescatadora privada.

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El Gobierno español ha mantenido siempre que en las primeras horas tras al accidente el capitán del Prestige rehusó facilitar el remolque al servicio público de salvamento marítimo español, encabezado por el remolcador Ría de Vigo. Durante al menos tres horas -entre las 18.00 y las 21.00-, que pudieron ser cruciales, el Prestige presuntamente se negó a ser remolcado, hecho por el que el capitán fue acusado y encarcelado.

Durante esas tres horas, según los documentos existentes sobre la catástrofe, hubo una negociación entre el armador del Prestige y la empresa privada de salvamento Smit Tak. El acuerdo final, que llegó a las 21.00 horas, establecía que el Ría de Vigo trabajaba para Smit Tak, contratada por el armador del Prestige.

El ministro de Fomento, Francisco Álvarez-Cascos, informó de este hecho, que consideró ilegal, un mes después del accidente, cuando supuestamente se enteró, pese a que desde el primer día Sasemar conocía esta situación, según Smit Tak. Ésta subcontrató a Remolcanosa, la propietaria del Ría de Vigo, el mismo día 13 de noviembre en que se produjo el accidente del Prestige. Le requirió dos unidades, el Ría de Vigo y el Charuca Silveira. La negociación, según documentación que ha conocido este diario, comienza a las 16.30, sólo una hora después de que el Ría de Vigo fuera alertado del siniestro por Sasemar, la sociedad pública de salvamento dependiente del Ministerio de Fomento.

Richard van der Werf, de Smit Tak, se pone en contacto con Remolcanosa, quien alega que no puede ofrecerle el barco Ría de Vigo porque ha acudido ya al área del siniestro al amparo de su contrato público con España.

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Otro barco público

A las nueve de la noche se desbloquea la situación. Smit Tak comunica desde Rotterdam a Remolcanosa que Sasemar les "ha autorizado a que dispongan de los remolcadores Ría de Vigo y Charuca Silveira, incluyendo para ello a Remolcanosa dentro del contrato Lof 2000, que habían firmado con Universe Maritime", el armador del Prestige.

A las 21.08, Smit Tak envía a Remolcanosa copia del fax en el que la firma holandesa ratifica por escrito a Sasemar que ambos remolcadores forman parte de su dispositivo privado de salvamento. Remolcanosa, según señalan distintas fuentes a EL PAÍS y documentos sobre esta cuestión, confirmó telefónicamente lo anterior al centro de salvamento en Madrid.

El fax de Smit Tak, que demostraría el conocimiento que tenía el Gobierno español del uso por esa empresa privada -contratada por el armador del Prestige- de los remolcadores al servicio de Fomento, es muy claro. Smit Tak lo dirige a Sasemar en Madrid, a la atención de Jesús Uribe (director de operaciones) y detalla que su propósito en relación con el salvamento del Prestige es "evitar confusiones y malentendidos". Tras informar a Sasemar de que acaba de firmar un acuerdo Lof 2000, donde se establecen las condiciones económicas del salvamento del barco, detalla que sus "habituales socios, Remolcanosa, aportarán los remolcadores bajo el habitual acuerdo con ellos". Y, a renglón seguido, indica que "el Ría de Vigo ya está en el lugar y que el capitán del buque ha sido instruido por sus propietarios para actuar rápido en base a dicho contrato".

El fax a Sasemar en Madrid detalla un segundo remolcador público (lo requirió para el rescate Sasemar Vigo), que también contabiliza Smit Tak dentro de su dispositivo privado para salvar al Prestige: "El Charuca Silveira aún se halla en marcha hacia la zona". El fax despeja toda duda: "Acabamos de recibir confirmación de Remolcanosa de que el Ría de Vigo está bajo nuestro contrato y de que en adelante no habrá más conflicto ni información confusa".

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