Durán explica ante la ejecutiva cordobesa las salidas de dos delegados de la Junta
El PSOE cordobés vive, desde las pasadas elecciones locales, una tormenta que ha hecho patente la división interna que vive. Ayer, con motivo de una reunión extraordinaria de la Comisión Ejecutiva Provincial, la dirección del partido volvía a verse las caras. La cita se convocó para discutir el borrador redactado por el medio centenar de militantes con vistas a la conferencia política de septiembre. Pero ese trámite llega en mitad de una crisis entre la dirección y el sector crítico, asentado principalmente en la capital.
La guerra interna se vio azuzada con unas destituciones que, a cuatro meses de las elecciones nacionales, nadie esperaba. La Junta aprobó hace tres semanas la salida de los delegados de Medio Ambiente y Cultura, Luis Rey y Joaquín Dobladez respectivamente. Además, se abortó en el último momento el cese del titular de Obras Públicas, Francisco García. Tanto Dobladez como García no han podido ocultar sus desavenencias con la dirección provincial, liderada por el secretario general Juan Pablo Durán.
El secretario general hizo ayer un prolijo repaso sobre la situación del partido durante su intervención. Y no pasó por alto las salidas de los delegados. Fuentes socialistas explican que la tesis esgrimida por Durán es que la decisión de prescindir de esos dos titulares estaba tomada desde hace tiempo y que la iniciativa no fue del PSOE. Así, el partido se limitó a buscar los recambios necesarios.
Pero a nadie se le escapa que el punto de mira estaba en personas, cuando menos, representativas del ala menos afín a Durán. El distanciamiento de Francisco García, un histórico militante, muy respetado entre las bases del PSOE y veterano delegado de la Junta, se hizo patente hace un mes, cuando dimitió de su cargo en la cúpula del PSOE local. Su dimisión y la de otras dos figuras en la gestión local del PSOE fueron interpretadas en la dirección como una la retirada de la vida política. Y aunque García había insistido en que seguiría al frente de Obras Públicas mientras mantuviese la confianza de la consejera Josefina Ruiz hubo presiones, sin éxito, para su salida.
El partido ya había sufrido fuertes tensiones internas con la salida de Rafael Blanco, candidato a la alcaldía en 2007 y primer teniente de alcalde hasta unos meses antes de las elecciones locales. Blanco siempre quiso repetir como cabeza de lista y la elección de Durán agrietó sectores del partido en la capital y favoreció la configuración del sector crítico en la capital. En la provincia está todavía por ver si cuaja.
